La adolescencia es una etapa de grandes cambios hormonales y emocionales. Aquí algunos consejos para manejar mejor las emociones:
Reconocer y aceptar lo que sentimos
No hay emociones “buenas” o “malas”. Todas cumplen una función. Aprender a identificarlas es el primer paso para gestionarlas.
Buscar formas saludables de expresión
Dibujar, escribir un diario, escuchar música o practicar deporte son formas útiles de canalizar las emociones sin reprimirlas.
Aprender técnicas de relajación
Ejercicios de respiración, meditación o mindfulness pueden ayudar a mantener la calma en momentos de estrés.
Hablar con alguien de confianza
A veces, compartir lo que sentimos con amigos, familiares o un profesional nos ayuda a ver las cosas con otra perspectiva.
Evitar tomar decisiones impulsivas
Cuando estamos enojados o tristes, es fácil reaccionar sin pensar. Es mejor tomarse un tiempo antes de actuar o responder.
Dormir bien y llevar una vida saludable
La alimentación y el descanso influyen en nuestro estado de ánimo. Dormir al menos 8 horas y hacer ejercicio regularmente ayuda a regular las emociones.
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